El Trío Mompou hacia 1984: Juan Luis Jordá (violín), Luciano
González Sarmiento (piano) y Pilar Serrano (violoncello)


Trío

Para Violín, Violoncello y Piano


Comentario
Grabación
Críticas
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Comentario


La creación contemporánea no sólo no surge ex novo, sino que su vigencia viene dada por su apoyo más o menos explícito en la tradición. Por esa razón está obligada a actuar en dos direcciones aparentemente contrarias, pero en el fondo complementarias: la del futuro, sentando las bases de un nuevo lenguaje a través de la investigación en nuevos procedimientos y recursos, y la de la proyección de los resultados así obtenidos hacia el pasado, entendiendo por tal la utilización, tanto de los instrumentos tradicionales y de sus combinaciones más típicas, como de las grandes formas constructivas clásicas, cuyo rigor queda neutralizado por el empleo de elementos armónicos no tonales que contribuyen a enriquecer y dotar de una nueva fisonomía a las antiguas relaciones formales derivadas de la tonalidad y de sus consecuencias.
Este Trío desea ser consecuente con todo ello, al intentar una síntesis entre tradición y modernidad a través de la adecuación a moldes formales tradicionales (así, el primer movimiento es un canon entre violín y violoncello, con algunas intervenciones del piano tendentes a acentuar el carácter de sosiego buscado; el segundo es un breve scherzo a la antigua usanza, mientras que el tercer movimiento, quizá un poco más complejo, responde a la clásica forma de sonata) de un lenguaje actual, con el objetivo de llegar a una música que, tanto en su estructura como en su retórica, produzca una comprensión inmediata a la escucha, sin por ello hacer concesiones a la facilidad que se derivaría de la utilización de elementos primarios.

Programa del estreno del Trío (Madrid, 1984)

El Trío fue escrito a finales de 1983 a petición del Trío Mompou, a quien está dedicado y por quien fue estrenado el 4 de diciembre de 1984 dentro del VII Ciclo de Cámara y Polifonía del Teatro Real de Madrid. Desde entonces ha sido interpretado en gran cantidad de ocasiones por diferentes agrupaciones nacionales y extranjeras, existiendo en la actualidad dos grabaciones discográficas de la obra (a cargo del Trío Mompou y del Trío Bretón, publicadas en 1993 y 1995 por los sellos RTVE y Several Records, respectivamente).

Portada del CD del Trío Mompou (1993)

Portada del CD del Trío Bretón (1995)


Grabación



Grabación: Trío Mompou

I. Adagio molto
II. Allegro molto
III. Molto moderato


Enlace YouTube: Primer movimiento; Segundo movimiento; Tercer movimiento

Primera página del Trío


Críticas



Crítica musical
Por Carlos Gómez-Amat
(Crítica leída en el programa De Música (S.E.R.). Madrid, 5 de diciembre de 1984)

[...]
José Luis Turina, en este muy reciente Trío, nos presenta un nuevo aspecto de su personalidad. Dentro de un género en el que su abuelo logró algunas de sus páginas más afortunadas, José Luis ha realizado un trabajo eminentemente personal. No hay aquí preocupación por las formas tradicionales, pero sí un cierto respeto hacia ellas, que se acopla perfectamente a un lenguaje de nuestro tiempo, dentro de ese movimiento al que nos gusta señalar con la denominación de "nueva consonancia". Muy en la corriente que priva en estos años, el joven compositor encuentra la madurez sin intentar inútiles y estériles experimentos, sino haciendo música de dentro afuera, con fidelidad a sus convicciones, que son firmes, gracias sobre todo a la seguridad de la técnica creativa y a la claridad de las ideas.
El Trío de José Luis Turina se divide en tres movimientos breves, reservando el centro para la mayor vivacidad. La transparencia que advierte Luciano González Sarmiento en sus notas al programa resulta evidente, como también el equilibrio. En el primer tiempo hay como un retorno a la melodía temática y a la evidente diafanidad de la escritura. El autor consigue resolver el problema de las relaciones entre los tres instrumentos, siempre difícil, precisamente por la economía en los medios sonoros. El segundo movimiento, un allegro muy animado, es un scherzo, es decir, un juego, pero un juego de cierta agresividad que se resuelve rápidamente; la trama es ligera pero con densidad. El tiempo final rubrica de alguna manera la unidad de la obra, porque tiene el carácter de una afirmación estilística. Se desarrolla en un proceso de contrastes, no tanto dinámicos como inherentes al propio discurso musical. Èste, pese al planteamiento formal, puede dar, a primer oído, una sensación de indeterminación, pero no tarda uno en darse cuenta de que el músico sabe muy bien lo que quiere y a dónde va. El final, de muy bonito efecto, parece tener un carácter de interrogación, de una pregunta a la que no responde el compositor en esta obra, sino quizá en la siguiente.
Los componentes del Trío Mompou cuidaron la obra nueva de forma especial y la interpretaron muy bien. A lo largos aplausos correspondió también el autor.
[...]



El nuevo trío de José Luis Turina
Por Enrique Franco
(Crítica publicada en el diario El País. Madrid, 6 de diciembre de 1984)


José Luis Turina demostró desde sus primeras obras (1952) un talento singular de compositor, unido a una voluntad de perfección admirables. Así lo reconocimos y aplaudimos todos a la vista del cuarteto Lama Sabacthani? (1980) o de Pentimento (1983). Entre esta última y Ocnos, dice el joven Turina que se entregó a la creación del Trío (1984), escrito para quienes lo han estrenado en el Teatro Real, dentro del Ciclo de Cámara y Polifonía, esto es, para el pianista Luciano González Sarmiento, el violinista Joan Lluís Jordá y la violonchelista Pilar Serrano, componentes del Trío Federico Mompou, agrupación de alta categoría técnica y estilística.
En la nueva página turiniana, libremente impostada en las tradiciones formales, la materia sonora está trabajando desde un pensamiento actual, y a través de un lenguaje más expresivo que estructuralista. El tejido es siempre transparente, y en todos los aspectos aparece el deseo de sencillez, comunicatividad y adecuada fisonomía camerística. Confiesa el compositor que su obra puede entenderse a modo de un divertimento, aunque, en el fondo, creo que cala mucho más hondo, por más que no estemos ante pentagramas dramáticos ni Turina se haya propuesto soluciones de contenido problemático.
Esta tersura sin vacuidad, esta serenidad sin conformismo, esta tenue continuidad con el pasado que sólo puede salvarse gracias a las modificaciones propias de toda evolución y, como siempre, un soterrado pero advertible lirismo, otorgan al Trío gran poder de atracción a la vez que le aseguran un puesto en el repertorio.
[...]



José Luis Turina honra su apellido
Por Fernando Ruiz-Coca
(Crítica publicada en el diario Ya. Madrid, 6 de diciembre de 1984)


José Luis Turina, a sus treinta y dos años y con un catálogo de obras no muy extenso aún, pero siempre cargado de significaciones, parece volver por los fueros de su apellido. Como su abuelo, sabe ser fiel a lo que su tiempo le exige. Esto es lo que une a los dos representantes de la dinastía, que caminan por sendas muy diferentes, con la base de una técnica bien asimilada, con la que cada uno crea un lenguaje propio.
El joven Turina, que ya nos sorprendió hace unos años con su "Crucifixus", finalista del concurso Arpa de Oro, ha alcanzado una admirable primera madurez, patente en la natural serenidad con que inicia el "Adagio" de su hermoso "Trío", fechado este mismo año y que se ofrecía en primera audición. Muy bien equilibrados los timbres de los instrumentos, desarrolla el discurso de los tres tiempos en que se divide la partitura, sin prejuicios ni supersticiones estéticas a la que siempre está expuesta la vanguardia. El campo metatonal es como una consecuencia obligada para lo que quiere decir. Claro en su transparencia, lógico en sus secuencias, resulta ser muy de hoy en la medida en que actualiza el pasado. Está dedicado al Trío Mompou, que lo interpretó haciendo evidente la intención de su autor, estructural en función de lo expresivo.
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Festival contemporáneo en Alicante
Por Víctor Burell
(Crítica publicada en el diario Cinco Días. Madrid, 19 de septiembre de 1985)



[...] el Trío Mompou, que nos complació radicalmente en la comprendida, detenida y ajustada versión de su programa, donde aparte de la «Evocación a Paul Valery», transcripción del propio trío, sobresalió por encima del cansancio de la buena construcción afincada en el serialismo de Benet Casablancas, y la intrascendencia del «Trium», de Rogelio Groba, el «Trío 1984», de J. L. Turina, compositor seguro siempre en la arquitectura musical, en la transparencia de su estilo y, sobre todo, en el carácter imaginativo, en el que siempre tiene algo que decir, ya que, a pesar de la condición relajante y sosegada de su creación, existe una cierta crispación que transforma la sencillez formal en un discurso inquietante y personal. Sus tres movimientos permiten elaborar de manera connatural la esencia de los tres instrumentos, en los que el timbre, nítido, está en función del resultado, constituyendo en definitiva un modelo tradicional en base a un lenguaje novedoso pero emotivo.



El Trío Mompou
Por Florestán
(Crítica publicada en el diario La Nueva España. Oviedo, 9 de octubre de 1985)


[...]
A tiempos más recientes que aún están vigentes nos trajo el trío de José Luis Turina, escrito de modo denso, nada fácil de oír e interpretar, dando al todo una densidad grande que también exige claridad siempre y buenos contrastes entre el primer canto lento, desgranado entre los intérpretes sin perderse la unidad y el fondo nunca, y el allegro con su vigoroso ritmo constante en todas las alturas del sonido y no digamos el final (no tan moderato) mucho más marcado en sus diferentes sonoridades, algunos cánones, vivacidad vigorosa y más cosas no fáciles de resumir en una primera audición. Buena impresión primera, merced a la entusiasta y precisa interpretación de los jóvenes artistas en obra tan comprometida.
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El Trío Mompou y la música española
Por José Ignacio Miró
(Crítica publicada en el diario El País. Madrid, 6 de diciembre de 1985)



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El Trío (1983), de José Luis Turina, fue escrito entre dos obras orquestales de gran laboriosidad y envergadura: Pentimento y Ocnos, la segunda de ellas (todavía sin estrenar) basada en un libro de Luis Cernuda. Según Turina, el Trío fue un respiro, una "relajación entre ellas; aunque manteniendo un estilo personal, tendí hacia ciertos aspectos tradicionales, en particular la forma (scherzo, sonata) y la escritura contrapuntística (Canon)", dice.
Esta valoración moderada contrasta con la de Luciano García Sarmiento, pianista y componente del Trío Mompou, para quien "se trata de una obra que supera a las otras dos orquestales. La carencia de grandes pretensiones no tiene por qué dar necesariamente una obra inferior; en este caso, una técnica de gran interés consigue elaborar elementos tradicionales con un sentido extremadamente expresivo y dinámico del discurso musical".
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(Partitura y particellas sin marcas de agua disponibles en www.asesores-musicales.com )