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Magdalena Llamas, Pablo González y la JONDE, en el último concierto de la gira de verano de
2010 (Kassel, Kongress Palais Kassel-Staathalle, 11 de agosto de 2010)



Cinco canciones verdes

Para Mezzosoprano y Piano


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Comentario


La idea de estas Cinco canciones verdes surge al final de una gira de la Joven Orquesta Nacional de España, celebrada en verano de 2010, en la que bajo la dirección de Pablo González la mezzosoprano Magdalena Llamas interpretó la versión para voz y orquesta de las Cinco canciones negras de Xavier Motsalvatge en Villagarcía de Arousa, Santiago de Compostela, Berlín y Kassel. Una conversación tan desenfadada como disparatada con Magdalena Llamas y su marido, José Miguel Martínez, celebrada durante el check-out de la orquesta en el hotel de Kassel, terminó con la promesa solemne de componer para ella un ciclo que, bajo el título de Cinco canciones verdes, pudiera interpretarse en un mismo programa junto al de Montsalvatge, desarrollando de ese modo un juego conceptual con el cambio, no tanto del color de las canciones, sino sobre todo del significado del mismo.

Magdalena Llamas, Luis Fernando Pérez y José Miguel Martínez

Así, si "lo negro" en el ciclo de Montsalvatge hace referencia al carácter afroamericano de la mayoría de los textos utilizados, en mi ciclo "lo verde" no podía referirse a otra cosa que al espíritu erótico -cuando no abiertamente pornográfico- de los mismos.
Para estas Cinco canciones verdes seleccioné cinco poemas de otros tantos autores y en cinco lenguas distintas. El ciclo se abre con "Efectos del amor", de la poetisa griega Safo de Lesbos (650/610-580 a. d. C.), y sigue con la única canción en castellano, sobre el poema "En Silencio" de la malograda poetisa uruguaya Delmira Agustini, nacida en 1886 y asesinada por su marido en 1914. La canción central utiliza uno de los Sonetti romaneschi del italiano Giuseppe Gioacchino Belli (1791-1863). Titulado "L'uscelletto" ("El pajarito"), resulta innecesario referirse a la imagen metafórica utilizada, en el que es sin duda el poema más "verde" de todos los seleccionados para el ciclo.
De carácter diametralmente opuesto habría que calificar la cuarta canción, basada en el estremecedor poema "Lösch mir die Augen aus" ("Apágame los ojos") del alemán Rainer Maria Rilke (1875-1926). Y el ciclo acaba de una forma desenfadada con el divertido poema en latín "Adeste, hendecasyllabi" ("Acudid, endecasílabos") de Cayo Valerio Catulo (87-54 a. d. C.), en el que se sigue de forma rigurosa el metro del endecasílabo faleuco utilizado en el poema (_ _ _ U U _ U _ U _ U), alternando los compases de 2/4 + 2/4 + 9/8 desde el principio hasta el final.

Con Magdalena Llamas y Luis Fernando Pérez, saludando tras el estreno
(Paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela, 21 de octubre de 2017)

Pese a que la idea de este ciclo surgió, como se ha dicho, en el verano de 2010, su composición se inició en noviembre de 2015, quedando terminada en marzo de 2016. El estreno de las Cinco canciones verdes tuvo lugar el 21 de octubre de 2017 en el Paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela, dentro de las Xornadas de Música Contemporánea 2017, y corrió a cargo de Magdalena Llamas (a quien está dedicada la obra, junto a José Miguel Martínez) y el pianista Luis Fernando Pérez.



Programa del estreno de las Cinco canciones verdes
(Paraninfo de la Universidad de Santiago, 21 de octubre de 2017)



Textos

I
Safo (650/610-580 a. d. C.)

Efectos del amor

(Fragmento 2)




Me parece que igual a los dioses
aquel hombre es, el que sentado
frente a ti, a tu lado, tu dulce
voz escucha
y tu amorosa risa. En cambio,
en mi pecho el corazón se estremece.
Apenas te miro,
la voz no viene más a mí,
la lengua se me inmoviliza, un delicado
incendio corre bajo mi piel,
no ven ya mis ojos
y zumban mis oídos,
el sudor me cubre, un temblor
se apodera de todo mi cuerpo y tan pálida
como la hierba no muy lejana de la muerte
me parece estar...
Pero todo debe soportarse si así es

(Trad. de Carlos Montemayor
Ed. Trillas. México, 1986)



Safo (650/610-580 a. d. C.)
(Copia romana de una escultura del periodo helenístico
griego. Museo arqueológico de Estambul)

Primera página de la primera de las Cinco canciones verdes



II
Delmira Agustini (1886-1914)

En silencio

(de "Los cálices vacíos", 1913)


Por tus manos indolentes
Mi cabello se desfloca;
Sufro vértigos ardientes
Por las dos tazas de moka

De tus pupilas calientes;
Me vuelvo peor que loca
Por la crema de tus dientes
En las fresas de tu boca;

En llamas me despedazo
Por engarzarme en tu abrazo.
Y me calcina el delirio
Cuando me yergo en tu vida,
¡Toda de blanco vestida,
Toda sahumada de lirio!


Delmira Agustini (1886-1914)

Primera página de la segunda de las Cinco canciones verdes



III
Giuseppe Gioacchino Belli (1791-1863)

L'uscelletto / El pajarito

(de los "Sonetti romaneschi")

Sor Maria Battifessa, v'ho pportato
Un uscelletto d'allevasse a mmano,
Che lo cacciò mmi' Madre da un pantano,
Dove Tata sciaveva seminato.

Nun guardate ch'è cciuco e spennacchiato:
Lo vederete cressce a mmano a mmano.
Anzi allora tienetelo ingabbiato,
Perché ssi vvola ve pô annà llontano.

Sin ch'è da nido, fateje carezze:
Cerca l'ummido poi, ma nnò lo sguazzo;
E la gabbia la vò ssenza monnezze.

De rimanente è uscello da strapazzo:
E nn'averete le sette allegrezze
Fascennolo ruzzà ss'un matarazzo.

Sor María Tarambana, os he traido
un pajarito para criar a mano,
lo sacó mi madre de un pantano
donde Papá lo había sembrado.

No os importe verlo chico y desplumado:
lo veréis crecer poco a poco.
Pero no dejéis de tenerlo enjaulado,
porque al volar se puede ir lejos.

Mientras esté en el nido acariciadle;
después buscadle la humedad, pero no el charco,
y la jaula la quiere sin inmundicias.

Por lo demás es un pájaro de batalla
que os dará las siete alegrías
revolcándolo en un colchón.



Monumento a Giuseppe Gioacchino Belli (1791-1863)
en el Trastevere de Roma

Primera página de la tercera de las Cinco canciones verdes



IV
Rainer Maria Rilke (1875-1926)

Lösch mir die Augen aus / Apágame los ojos

(de "Das Stunden Buch")


Lösch mir die Augen aus: ich kann dich sehn,
wirf mir die Ohren zu: ich kann dich hören,
und ohne Füße kann ich zu dir gehn,
und ohne Mund noch kann ich dich beschwören.
Brich mir die Arme ab, ich fasse dich
mit meinem Herzen wie mit einer Hand,
halt mir das Herz zu, und mein Hirn wird schlagen,
und wirfst du in mein Hirn den Brand,
so werd ich dich auf meinem Blute tragen.





Apágame los ojos: puedo verte;
ciérrame los oídos: puedo oírte;
y aun sin pies puedo andar en busca tuya,
sin boca, puedo conjurarte.
Ampútame los brazos, y te agarro,
como con una mano, con el corazón mío;
detén mi corazón, y latirá el cerebro;
y si arrojas el fuego en mi cerebro,
te llevaré sobre mi sangre.

(Trad. de Federico Bermúdez-Cañete.
Ed. Hiperión. Madrid, 2010)


Rainer Maria Rilke (1875-1926)

Primera página de la cuarta de las Cinco canciones verdes



V
Cayo Valerio Catulo (h. 87-h. 54 a.d.C.)

Adeste, hendecasyllabi / Acudid, endecasílabos

(Poema LXII)

Adeste, hendecasyllabi, quot estis
omnes undique, quotquot estis omnes.
Iocum me putat esse moecha turpis,
et negat mihi nostra reddituram
pugillaria, si pati potestis.
Persequamur eam et reflagitemus.
Quae sit, quaeritis? Illa, quam videtis
turpe incedere, mimice ac moleste
ridentem catuli ore Gallicani.
Circumsistite eam, et reflagitate,
"moecha putida, redde codicillos,
redde putida moecha, codicillos!"
Non assis facis? O lutum, lupanar,
aut si perditius potes quid esse.
Sed non est tamen hoc satis putandum.
Quod si non aliud potest ruborem
ferreo canis exprimamus ore.
Conclamate iterum altiore uoce.
"Moecha putida, redde codicillos,
redde, putida moecha, codicillos!"
Sed nil proficimus, nihil mouetur.
Mutanda est ratio modusque vobis,
siquid proficere amplius potestis:
"pudica et proba, redde codicillos."



¡Acudid, cuantos sois, endecasílabos!
¡Aquí, de todas partes, venid todos!
Que una puta se quiere divertir
negándose la infame a devolverme
vuestras tablas. ¿Lo vais a permitir?
Acosémosla, pues, y reclamemos.
¿Que quién es? La del sucio contoneo,
que ríe como un mimo repugnante
con su boca de galgo galicano.
¡Rodeadla y a voces reclamad!:
"¡Puta hedionda, devuélvenos los libros,
devuélvenos los libros, puta hedionda!"
¿Que no te importa nada? ¡Burdel, fango
o bajeza mayor, si aún es posible...!
Pero no hemos de darnos por vencidos,
saquemos, por lo menos, los colores
a la cara de hierro de esa perra.
¡Gritad de nuevo a coro en voz más alta!:
"¡Puta hedionda, devuélvenos los libros,
devuélvenos los libros, puta hedionda!"
Mas de nada nos vale. Ni se inmuta;
se ha de cambiar de táctica y de tono
a ver si así sacáis algún provecho:
"¡Virgen casta, devuélvenos los libros!"

(Trad. de Juan Manuel Rodríguez Tobal.
Ediciones Hiperión. Madrid, 1991)

Cayo Valerio Catulo (87-54 a. d. C.)
(Busto en Sirmione, Italia)

Primera página de la quinta de las Cinco canciones verdes



Grabación

Grabación estreno: Magdalena Llamas (mezzosoprano) y Luis Fernando Pérez (piano)
Santiago de Compostela, Paraninfo de la Universidad, 21 de octubre de 2017 (dentro de las Xornadas de Música Contemporánea 2017)


I. Efectos del amor (Safo)
II. En silencio (Delmira Agustini)
III. L'uscelletto (Giuseppe Gioacchino Belli)
IV. Lösch mir die Augen aus (Rainer Maria Rilke)
V. Adeste, Hendecasyllabi (Cayo Valerio Catulo)



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(Partitura sin marcas de agua disponible en www.asesores-musicales.com )